¿Las personas zurdas realmente tenemos una menor esperanza de vida? ¿En qué se basa esta idea? Antes de entrar en pánico y vender todos nuestros bienes terrenales, profundicemos un poco en los datos.
Desde hace décadas, la idea de que los zurdos viven menos tiempo que los diestros es una idea arraigada en el imaginario colectivo y, por tanto, altamente extendida. Pero lo mejor es echar la vista atrás e investigar dónde y cuándo nació esta idea.
¿Cuánto tiempo viven los zurdos?
El 19 de mayo de 1988, la revista científica Nature publicó un breve informe de dos psicólogos titulado «¿Los diestros viven más tiempo?» Este artículo pretendía demostrar una diferencia estadísticamente significativa en la longevidad entre diestros y zurdos, según los datos recopilados sobre jugadores de béisbol profesionales.
Para investigar más a fondo la relación entre la mano derecha y la edad de la muerte, hemos analizado todos los jugadores de béisbol enumerados en The Baseball Encyclopedia para quienes se informan las fechas de nacimiento y muerte, así como la mano de lanzamiento y bateo. Un sujeto fue asignado a un grupo de mano sólo cuando, tanto la mano de lanzamiento como la de bateo, eran iguales sin ningún cambio indicado en el uso de la mano. La edad media de muerte de los 1.472 diestros fue de 64,64 años y la de 236 zurdos fue de 63,97 años.

Estos mismos autores publicaron otro estudio («Handedness and Life Span«) en el, igualmente, prestigioso New England Journal of Medicine (NEJM). Este se compiló tomando muestras de los registros de defunción para el año 1990 en dos condados de California, que, según ellos, demostraron un nivel mayor de diferencia en la esperanza de vida entre diestros y zurdos:
Para probar la relación entre la mano derecha y la esperanza de vida en una población general, obtuvimos certificados de defunción de dos condados en el sur de California. Se enviaron dos mil cuestionarios sobre la manipulación del familiar fallecido a los familiares más cercanos enumerados, lo que resultó en 987 casos utilizables (495 sujetos masculinos y 492 femeninos). Los sujetos fueron designados como diestros si escribían, dibujaban y lanzaban una pelota con la mano derecha. Todos los demás sujetos (zurdos y mixtos) fueron asignados a un grupo de no diestros.
Cuando nos enfocamos en el efecto de las manos en la vida, los resultados son sorprendentes por su magnitud. La edad media de muerte en la muestra de diestros fue de 75 años, en comparación con la esperanza de vida de los zurdos es significativamente menor, 66 años.

Los críticos de estos estudios han notado que sus metodologías eran defectuosas, ya que asumieron una proporción estática de personas zurdas y diestras a lo largo del tiempo, a pesar del hecho de que muchas personas que nacieron a principios del siglo XX probablemente fueron presionadas para convertirse en diestras a principios de la década de 1900. Los registros históricos apoyan este argumento, presentado en el libro Language Lateralization and Psychosis.
Aproximadamente el 90% de las personas son diestras y el 10% son zurdos. Es probable que entre el 8% y el 10% de la población haya sido zurda durante al menos los últimos 200.000 años aproximadamente. Los datos detallados sólo comenzaron a estar disponibles para los nacidos en el siglo XIX, y hay una evidencia creciente de que la tasa de zurdos cayó precipitadamente durante el período victoriano, alcanzando un nadir de aproximadamente el 3% aproximadamente en 1895 aproximadamente, y luego aumentando bastante rápido hasta que se alcanza una asíntota para los nacidos después de aproximadamente 1945 a 1950, con 11% a 12% de hombres y 9% a 10% de mujeres típicamente zurdas en los países occidentales.

Esto significaba que el uso de una sola cohorte de personas que murieron en el año 1990 estaría sesgado por el hecho de que las personas que se identificaron como zurdos eran, estadísticamente hablando, un grupo de personas más joven. Se proporcionó una buena explicación del resultado de tal sesgo en una serie de cartas al editor con respecto al estudio NEJM, en particular del epidemiólogo Kenneth Rothman.
Comparar las edades medias al morir es una falacia clásica, ya que implica comparar solo los numeradores de las tasas, en lugar de las tasas en sí. Utilizando el mismo enfoque que Halpern y Coren, se podría concluir que la guardería es más peligrosa que la formación de paracaidistas, ya que la edad media de muerte de los niños en la guardería es mucho más baja que la de los aprendices de paracaidistas.
Este mismo problema de longevidad y destreza se consideró utilizando datos del Registro de gemelos danés, que analizó 118 pares de gemelos de manos opuestas para ver qué individuo murió primero:
Comparamos la mortalidad en un subgrupo de 118 pares de gemelos opuestos contando en cuántos casos murió primero el gemelo diestro. No hubo evidencia de supervivencia diferencial entre individuos diestros y no diestros en toda la cohorte 1900-1910… No encontramos evidencia de exceso de mortalidad entre gemelos adultos no diestros en este estudio de seguimiento.

Este enfoque, que no estuvo sesgado por las mismas cuestiones estadísticas que los estudios anteriores, concuerda con el consenso científico general de que la longevidad y la mano dominante no están relacionadas en absoluto.
Entonces, ¿no es cierto que los zurdos viven menos tiempo?
Podríamos concluir pues, que si nos basamos en los estudios existentes estaríamos ante un mito.
Por cuestiones genéticas o de diferencias neuronales esto no parece ser una diferencia significativa a dia de hoy en lo que a esperanza de vida se refiere.
Sin embargo no debemos olvidar que el mundo está diseñado para diestros. Herramientas, armas, vehiculos, juguetes… La lista es infinita. Prácticamente todo en lo que pensemos está diseñado para la comodidad y la eficacia en su uso por personas diestras.
Las personas zurdas se suelen «adaptar» con mejor o peor resultado a todas estas situaciones. Pero realmente existe una cantidad ingente de objetos más complejos de utilizar y tareas más difíciles de realizar para los zurdos, por lo que, naturalmente, causarán más contratiempos. Estos hechos no salen reflejados en estudios o estadísticas, por lo general ni siquiera lo mencionan.
Lógicamente, al no existir estudios más rigurosos, detallados y que tengan en cuenta factores como los arriba mencionados, la probable estadística de personas zurdas muertas en accidentes provocados por las dificultades inherentes a un mundo diseñado «al revés» para nosotros, no queda demostrado, pero tampoco puede ser descartado.

Lo que sí sabemos es que existe alguna evidencia de que los zurdos tienen más probabilidades de sufrir accidentes menores por esta misma razón. Pero, ¿y accidentes graves?
De hecho existen claras posibilidades de que haya casos en los que haya ocurrido algún accidente fatal. Lo que no sabemos es el porcentaje real que pueda existir. Podría ser una cifra totalmente despreciable y anecdótica o podría ser lo suficientemente alto como para tenerlo en cuenta a la hora de abordar este problema.
En zurdos.page nos comprometemos a actualizar y profundizar en futuros artículos y estudios que salgan en un futuro próximo, pues el tema es lo bastante interesante, y además, actualmente, está sin estudiar en profundidad.